Laura se encontraba parada al lado izquierdo de Arturo. Ambos
estaban de pie frente al ascensor esperando a que este se abra. Él no dejaba de
pulsear los botones del elevador. Ella casi sin voltear lo miraba de reojo. Entonces
se escucho una carcajada, casi silenciosa.
“Me he fijado que todo el edificio es prácticamente de vidrio,
las paredes, las puertas, las ventanas. Vemos hasta lo que las personas hacen en el baño” dijo Laura casi riendose. Arturo que habia estado serio toda la mañana asento con una sonrisa al comentario de Laura. “Es una locura trabajar aqui donde la gente no tiene privada” dijo Arturo dirigiéndose a su interlocutora.
Laura miraba de reojo la hora en su celular mientras miraba intranquila ahora los botones del ascensor. Entonces empezo a suspirar. Arturo a su vez cruzado de brazos miraba de cuando en cuando tambien no solo los botones del ascensor sino el escote de Laura, la cual tenia pechos grandes.